viernes, febrero 17, 2006

Recordando al Pelusa

Ayer decían los diarios que Maradona la ha vuelto a armar en Argentina. Conducción hebrio, accidente, fuga... No es la primera, ni la trigésima, ni la última. Puede que Diego no sea el ejemplo del civismo personificado, ni un espejo social para los más pequeños, pero para los amantes del fútbol y, para aquellos que pertenecen a esa generación que se acerca peligrosamente a los treina, él siempre será un Dios. El Dios del futbol. Muchos no vimos jugar (los videos no cuentan) a Di Estéfano, ni a Pelé, ni a Cruyff, ni ha Beckenbahuer... pero hemos visto al Diego, y para nosotros es lo más grande que ha pisado un campo de futbol. Un señor bajito y melenudo capaz de poner a diez jugadores a correr detrás suya, capaz de decidir un partido en un minuto y en una cuadrícula de 10 centímetros, capaz de levantar de los sillones a todo un país necesitado de alegrías, capaz de vengar en un terreno de juego las afrentas bélicas a una nación, capaz de sacar las lágrimas de cualquier aficionado, capaz de hacer disfrutar del futbol al mismísimo Sanchez Dragó. Ese es Maradona. Un tipo que, aún gordo, pasado de forma y desquiciado, consiguió batir el record de petición de abonos de un club como el Sevilla en el año de su fichaje. Unos abonos que sólo ya merecían la pena por ver al Pelusa calentando en la banda con una pelotita de papel albal, sin mencionar algún que otro libre directo por la mismísisma escuadra.
Maradona recibía muchas veces parado y de espaldas al campo contrario, en ese momento todos aguantaban un segundo la respiración, el segundo que necesitaba Diego para revolverse y comenzar a correr en vertiginoso sprint de cara al arco contrario y con el cuero cosidito a su guante izquierdo. Las defensas temblaban. Si te ibas a entrarle tenías un 300% de posibilidades de que te driblara, y si le presionabas con algún compañero más, Maradona siempre veía el hueco para habilitar a un amigo que te aniquilaba. El favorito: Caniggia. ¡Menudo golazo a Brasil en Italia 90 con pase en posición inverosímil del Pelusa!
Es casi imposible encontrar jugadores así. En los últimos tiempos el único que puede parecerse en algo es Ronaldinho. El brasileño todavía no tiene el carisma ni la ejecución final de Diego, pero recuerda a él en lo malabarista y desequilibrante. Su estilo es diferente, pero tienen en común que cuando les cae la pelota, todo el mundo sabe que son capaces de inventar algo grandioso. Y eso es futbol, y eso es arte. Esa es la escuela Maradona. Y desde él, siempre que surja un jugador capaz de ilusionar a todo un estadio en el momento que le llega la pelota al pie, no podremos sino recordar a Dios. El Dios del futbol. El Dios de los ochenta y los primeros noventa. El de la cara y la cruz, el de la "mano" y el golazo contra Inglaterra. El que en una final de Copa Real Madrid-Barcelona, una vez driblado toda la defensa contraria, paró el balón sobre la línea de gol para gambetear por última vez al desquiciado defensor. El de la entrevista con doce añitos donde decía tener dos sueños: "el primero es jugar en un mundial, el segundo es salir de campeón". Ese es él: Diego Armando Maradona.

2 comentarios:

Luisen dijo...

Bueno, en lugar de dejarte un comentario por cada artículo (que los he leído todos) pienso que es mejor esto... más que nada por nuestra salud.

Tío, creo que equivocaste la profesión, el estudio de HISTORIA... Lo tuyo es el periodismo de opinión, y si hilamos fino, el deportivo, claro está, pero periodista al fin y al cabo...
El blog no pinta nada mal, y los temas muy bien expresados. Sólo te falta una cosa (igual que a mí...), alguien que relea antes de publicar y corrija las faltas de ortografia (jejeje). Que no son muchas, pero alguna se coló por ahí :p
Un abrazo de un herculano a otro herculano.

Anónimo dijo...

Bueno pues aquí escribe el siguiente herculano, y un barcelonista al igual que el creador de el blog ;). La verdad que tiene razon, lo tuyo es escribir!!!! aunque bueno, no es lo mismo escribir en esa situación, que nada mas haber terminado un "partido" ( por llamarlo de alguna manera ) del hercules, como hace nuestro amigo luis :P. Un besooo!