Ayer la Selección Española de fútbol jugó su último partido de preparación antes de que el seleccionador de la lista definitiva para la Copa del Mundo de este verano. Las sensaciones tras la última prueba resultan contradictorias, como el partido de ayer. Por un lado se vieron detalles interesantes como el buen estado de forma de Villa, la gran movilidad y el aporte de futbol que Luis García da al equipo, o la destacada segunda parte de Reyes, que por momentos hizo olvidar la lesión de Vicente y el "olvido" del zaragozista Cani para esta convocatoria. Pero por otra parte, el encuentro careció en muchos minutos de la concentración e intensidad que esta última prueba merecía, algo que, sumado al gélido clima que ayer presentaba Valladolid, hicieron de la primera mitad un tedioso espectáculo en muchos momentos.
Las conclusiones que extraemos vienen siendo las de siempre. No hay malos jugadores y, con la incorporación de los lesionados (Xavi, Vicente, Baraja, Raúl, ¿Guti?), se puede armar un plantel competitivo. Pero sigue dando la sensación de que entre tanto buen jugador falta una estrella, un crack que se eche el equipo a la espalda en los momentos decisivos y que sea capaz de decidir el partido en una jugada aislada. Es decir, un Ronaldinho o un Henry, por ejemplo. Aunque más de uno se conformaría simplemente con un delantero matador, un depredador de área que resolviera las buenas jugadas que los nuestros son capaces de trenzar. Aquí probalemente esté la diferencia real entre España y los equipos aspirantes al título. Cracks decisivos pocos combinados los tienen, pero delanteros letales hay en casi todas las selecciones, y ahí partimos claramente en desventaja. En la Selección no hay un Van Nilstelroy, un Rooney, un Vieri, un Drogba o un Sevchenko, por citar sólo algunos equipos. A pesar de su buen hacer, ni Morientes, ni Raúl, ni Torres son ese "killer" necesario. Se puede soñar con que un Villa en esta forma pueda acercarse, pero siempre será un acercamiento y nunca una realidad.
De todas formas un Mundial es algo distinto. Es una competición especial donde el paso de los partidos va colocando a cada equipo en su nivel. Al ser un torneo concentrado y con partidos a cara o cruz, otro tipo de condicionantes como el estado físico, la moral o la suerte, suelen resultar decisivos. Por ello hay que confiar en que nuestros jugadores tengan una buena concentración, lleguen en buen estado de forma y que la suerte les acompañe. Con estos factores a favor, se puede empezar a soñar con la bestia negra de "los cuartos", aunque probablemente allí nos esté esperando Brasil con el cuchillo afilado. En fin, mientras hay vida hay esperanza y tenemos derecho a ilusionarnos con un buen papel. De todas formas, en esta edición habrá un clave que, más que nunca, va a ganar en importancia. Y es que, como decía Gary Lineker: "el fútbol es once contra once... y al final gana Alemania".
2 comentarios:
Mira, como dijeron los del CQC... Si siempre se les "azota" a los jugadores con ganar el mundial, que si este año sí, que si los cuartos y la madre del topo...
¿Y si este año no les metemos presión? A lo mejor así llegamos más allá ¿no?
Así que...(mensaje dirigido a los jugadores de nuestra selección):
-Vosotros tranquilos...que en 2010 ya veremos si lo intentamos ¿eh? Vosotros este año a jugar pa' divertiros...
;)
Nos vemos en los bares...hip!
Yo creo que Villa puede desempeñar bastante bien el rol de "killer" que necesita España. Además con Xavi, la selección también gana mucho. Y yo creo que se le podria dar una oportunidad a Nacho Novo, pichichi en escocia con el Rangers
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