lunes, julio 24, 2006

Y al final fue el mejor

Termina el Tour de Francia y, como suele suceder, gana el mejor. Hemos disfrutado con el valor y la entrega de Pereiro, con su sonrisa y su carisma, pero perder 30 minutos en Pirineos hubiera sido su tumba sin el famoso regalito de la segunda semana. Nos hemos emocionado con los ataques endemoniados de Sastre en los Alpes, pero sus piernas en la crono no estuvieron a la altura de un ganador de Tour. Nos hemos rendido al mejor equipo de la carrera, a un T-Mobile que a pesar del golpe de la baja de Ullrich, se exhibió en las montañas de la mano de Rogers y Mazzoleni para llevar en cunita de plata a un Kloden poco escalador, y en las cronos con un Hontchar imparable. Pero esto tampoco es suficiente.
Y es que el mejor fue Landis, de principio a fin. Desde la primera semana ya se le apuntaba como favorito. Fue el mejor de los grandes en la primera crono, estuvo arriba en las dos de Pirineos, es verdad que "el del mazo" vino a verle en La Toussuire y que sin Axel Mercx la cosa hubiera sido peor, pero resucitó como lo hacen los campeones camino de Morzine y aguantó los nervios y la presión de la última crono para enfundarse el amarillo donde cuenta, en los Campos Elíseos. Allí, miles de flashes honraban a Landis en el ceremonial más bonito del ciclismo. El mundo entero aplaudía al ganador del Tour más bonito de los últimos quince años. Nosotros también. Pero aplaudíamos más en nuestro interior a Pereiro, a Sastre, a Freire, a Mercado, a De la Fuente, a Zubeldia...a los nuestros. A los que nos han hecho disfrutar, a los que nos han devuelto la esperanza, a los que han hecho que el tour vuelva a hablar español. Pero no sólo a ellos. Después de lo visto, daban ganas de ir a París y felicitar uno a uno a todos los cilcistas del Tour por el espectáculo brindado. Ellos y el Tour. El Tour y sus ciclistas. Un binomio que una vez más ha escrito la historia de un deporte que parecía herido de muerte y falto de interés.
Alguien muy sabio me decía el otro día una gran verdad histórica. Y es que el Tour siempre ha sido eso, y por eso es grande. Ha habido monentos durísimos en la historia del ciclismo en los que éste ha estado gravemente herido, en los que el interés parecía perderse, en el que las nubes parecían tapar el cielo... Pero entonces el Tour se ha levantado, se ha crecido y ha trasladado su épica a todos los aficionados para que vuelvan a creer. Por eso es la carrera más grande del mundo.
No sé como terminar hoy estas líneas. Debiera ser algo especial, pero como no me sale me remito a los gritos emocionados de Perico Delgado en TVE tras la conclusión de la etapa de La Toussuire, la más bonita en mucho tiempo: "¡¡Grácias a todos, gracias, gracias...gracias Pereiro, gracias Sastre, gracias Menchov, gracias Kloden, gracias Landis, gracias Cadel Evans, gracias Leiheipmer, graciam Zubeldia, gracias T-Mobile, gracias a todos por este espectáculo, gracias, gracias, gracias!!!"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues.... A VER SI HAY SUERTE Y SE JODE EL YANKY!!! jajaja

mas vale "asi" que "asa"..., no?

Anónimo dijo...

Hay que ser "positivo"...

Anónimo dijo...

jajaja!!

Sí, más "positivo" que nunca!!
Mira que eres socarrón!!!