lunes, septiembre 18, 2006

Genealogía

Los moteros son una gran familia. Como tal hay avenencias, desavenencias, alegrías y decepciones. No siempre es una familia feliz, muchos de sus miembros no se soportan aún debajo del mismo techo. Pero es una familia exitosa. Hace ya unas décadas, los antepasados del árbol crearon ese estigma de vencedores que hoy rodea a los pilotos españoles. Apellidos como Bultó, Tormo o Nieto empiezan a conformar un frondoso conjunto que, extendido en múltiples ramas empieza a dar sabrosos frutos; Pons, Cardús, Aspar... la familia continúa, cada uno a su manera, cada cual con su personalidad, con sus trazadas, con sus cilindradas, con sus triunfos. Dantín, Alzamora, Puig: calvos, locos, temperamentales... hay de todo en la familia y más triunfos. Checa, el hombre milagro (verle vivo no se explica después de lo que pasó). Crivillé, un genio que destronó al Rey de los canguros. Gibernau, ¡hay Sete, que tardes con "El Doctor" aquel año!. Más Nieto(s), Elías, Pedrosa... ¿la culminación?
Ha pasado el tiempo, el árbol ha crecido, cada vez luce más, cada año llegan triunfos. Es bonito acostumbrarse a ganar, es bonito disfurtarlo, pero la competencia es dura. A los aficionados nos llegan las banderas, los himnos y el cava. Pero también las peleas, las declaraciones, los insultos. Supongo que forma parte del espectáculo, del mundo de los moteros. Una temporada sin increpaciones cruzadas y sin polémicas declaraciones subidas de tono sería como el pesaje de un combate de boxeo sin bronca. Es clarificador que en muchos combates pugilísitcos de primer nivel haya muchas veces más medios acreditados en las conferencias de prensa que en la propia pelea: es que la gresca va en el pack. Y en las motos es lo mismo, forma parte del showtime. A la gente le encantaba escuhar a Rossi y a Biaggi insultarse en los micrófonos y ver en la pista como éste le metía los codos al otro, o como aquel le sacaba el dedito al barbudo tras rebasarle en la última vuelta. En la familia de moteros españoles esto tampoco podía faltar. Uno de los nuevos ídolos, Jorge Lorenzo, es el chico malo del corral. Empezó increpando a Pedrosa y continuó haciéndolo con su actual compañero de equipo, Héctor Barbera. La lengua muy larga fuera de la pista y el mismo genio dentro. No es racional, pero a la gente le encanta, porque es lo que quiere, ruido. humo, polémica: circo.
Lorenzo será en breve Campeón del Mundo en la cilindrada de 250 c.c. Pero en el árbol ya hay un nuevo campeón, con la magia de la familia, pero del lado de los calladitos, de los sonrientes, de los que caen bien. Es de Talavera, se llama Álvaro, se apellida Bautista y ayer se coronó World Champión en la cilindrada de 125 c.c. tras un dominio aplastante durante todo el año. Es un nuevo triunfo de la familia y esta no deja de crecer, algo muy importante para los moteros españoles. Y es que el que era deporte rey de la gasolina en España durante décadas, parece ahora ensombrecido por la alargada sombra del coche de Fernando Alonso. Pero las motos resisten; con exhibiciones y naugragios, con pan y circo. La genealogía sigue en forma, a pesar de todo y con todo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo primero es felicitarte por la foto...esa bandera....

No solo es que se planto una semilla sino que las continuas victorias (salvo en 500 cc, jeje) han ayudado a regar.

A lo de pan y circo añadiria la mermelada y la mantequilla!!

Anónimo dijo...

jajajaja, eres un fenómeno!!

Sabía que apreciarías lo de la bandera!!

Luisen dijo...

¿Bandera de España? Son unos cabrones, a la mierda España y los españoles...jajaja... Qué grande es Pepe Rubianes, pa lo bueno y lo menos bueno.

Sí Carlos sí, dominamos a la burra, pero no todos....
- Riiiinnnng riiinnnggg
- ¿Sí? ¿Quién es?
- ¿Buena? Soy Sete...
jajaja